La necesidad de educar a los niños en la importancia de una alimentación sana y equilibrada queda acreditada con las estadísticas, que demuestran que el consumo de comida basura y el número de niños obesos van en aumento, y en una proporción más que preocupante.
Por eso, debemos enseñar a comer bien a los niños desde que son pequeñitos. Es una materia que también forma parte del aprendizaje, y desde las escuelas debemos abordarla, contando con la imprescindible ayuda y colaboración de las familias.
Propongo, por medio de este blog, una bonita y divertida actividad que consiste en el conocimiento de la pirámide de los alimentos de forma entretenida.
La idea es montar una presentación en Power Point, donde los niños podrán ir viendo los alimentos que componen cada uno de los grupos de alimentos por medio de esta didáctica herramienta. A la hora de montar la presentación, se pueden ir grabando las voces de los niños y niñas, diciendo los nombres de los alimentos e insertando en la diapositiva este nuevo sonido.
Los niños irán aprendiendo y, a la vez se sentirán partícipes, ayudando a la profesora o profesor a montar su propia pirámide.
Para comprobar si han aprendido la lección, se realizará una pirámide gigante en un papel y se le dará a cada alumno un alimento, que previamente habrán recortado de revistas o libros viejos, y serán ellos mismos los que tendrán que pegar sus alimentos en el grupo correspondiente.
Lógicamente, si necesitan un poco de ayuda, sus propios compañeros se la podrán ofrecer dando pistas sobre el emplazamiento correcto de cada alimento.
Por eso, debemos enseñar a comer bien a los niños desde que son pequeñitos. Es una materia que también forma parte del aprendizaje, y desde las escuelas debemos abordarla, contando con la imprescindible ayuda y colaboración de las familias.
Propongo, por medio de este blog, una bonita y divertida actividad que consiste en el conocimiento de la pirámide de los alimentos de forma entretenida.
La idea es montar una presentación en Power Point, donde los niños podrán ir viendo los alimentos que componen cada uno de los grupos de alimentos por medio de esta didáctica herramienta. A la hora de montar la presentación, se pueden ir grabando las voces de los niños y niñas, diciendo los nombres de los alimentos e insertando en la diapositiva este nuevo sonido.
Los niños irán aprendiendo y, a la vez se sentirán partícipes, ayudando a la profesora o profesor a montar su propia pirámide.
Para comprobar si han aprendido la lección, se realizará una pirámide gigante en un papel y se le dará a cada alumno un alimento, que previamente habrán recortado de revistas o libros viejos, y serán ellos mismos los que tendrán que pegar sus alimentos en el grupo correspondiente.
Lógicamente, si necesitan un poco de ayuda, sus propios compañeros se la podrán ofrecer dando pistas sobre el emplazamiento correcto de cada alimento.
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